Los beat ‘em up eran un género muy popular en los años 80, los ochenta de las películas de artes marciales, de Bruce Lee y sus nunchakus, de Van Damme y sus patadas, de Eye of the tiger y Sylvester Stallone. Con unas pocas pesetas, y tu sala recreativa favorita, podías saltarle los dientes a medio barrio mientras tus entusiastas amigos te animaban, sintiéndote como una de esas estrellas habilidosas de Hollywood sin hacer ni medio abdominal; o eso dicen los boomers. El caso, es que este género te empoderaba, te hacía sentir superior a tus adversarios, no había contrincante, o panda de moteros desaliñada, capaces de hacerte frente. La historia era lo de menos, cualquier excusa era buena para saturar las urgencias traumatológicas de varias zonas básicas de salud.
River City Girls, ha sabido entender el género, no sin causarle una fractura trimaleolar de un roundhouse kick y reconstruir sus cimientos, adaptándolo a los estándares modernos. El resultado es un juego fresco, divertido, gracioso y agradable de ver.
No más jóvenes indefensas secuestradas. En esta aventura, y sin complicarse
demasiado, son dos adolescentes japonesas (Kyoko y Misako), las que van a
emprender una batalla campal por River City para proteger del peligro a sus
flamantes parejas. Durante el desarrollo de la historia, a golpe de DABs,
conoceremos a varios personajes memorables a la vez que nos adentramos en la
relación entre nuestras dos protagonistas y desentrañamos los poderes que
gobiernan en River City. Todo ello se irá narrando con cinemáticas animadas 2D,
ilustraciones de manga, totalmente doblado al inglés y acompañado con temas
vocales.
No es casual que haya hablado de diseño, antes de tratar la jugabilidad. Me flipa el trabajo que realiza Arc System Works, el detalle enfermizo con el que adornan sus trabajos (en ciertos títulos ¡construyen modelos completos en 3D para luego transformar cada frame a 2D, generando una falsa sensación de 3D!). Creo que, hoy en día, son líderes indiscutibles en animación de videojuegos y en la creación de juegos de lucha competitivos, debido a su meticulosidad en el pulido de sus obras.
Por otro lado, la parte jugable, está construida sobre detallados sprites 2D, estilo pixel art, que avanzan en scroll lateral con varios carriles de profundidad por los distintos barrios de River City, con posibilidad de coger desvíos y comprar en las diferentes tiendas, tanto de alimentación, como de ropa y cosméticos, videojuegos, así como dojos para aprender nuevos movimientos. Todo ello hace que el juego no se sienta tan lineal y lo dota de un sistema de progresión como si se tratara de un RPG: puedes subir de nivel, aprender nuevas técnicas, la comida que te tomes no solo recuperará parte de tu salud, sino que aumentará ciertos stats y podrás equiparte hasta dos objetos a la vez.
El pateo de traseros es fluido y la gran cantidad de movimientos bizarros que poseen nuestras protagonistas, ayudantes y objetos, hará que consigamos pasarnos la aventura varias veces antes que nos cansemos de machacar botones. Las batallas contra los bosses son bastante ingeniosas y pasaremos de enfrentarnos a una batalla con cierto regusto a bullet hell, a esquivar los acordes de una experta del Guitar Hero. Además, el juego cuenta con dos luchadores secretos extra y un final alternativo.
En definitiva, es un juego desenfadado, dotado de un estilo electro/rockero único, con personajes carismáticos, lleno de referencias a la cultura pop, y con dos valientes heroínas que pondrán patas arriba River City mientras no dejan de conversar entre ellas. ¡Viva el poder femenino!
Antes de pasar a puntuar el videojuego, debo plantear mis conflictos de intereses:
1. He disfrutado este videojuego gracias al Game Pass, por lo que no he pagado específicamente por el videojuego.
2. Kyoko grita “Ora, ora, ora, ora” mientras golpea frenéticamente con su movimiento pies de dragón, haciendo una clara referencia a Jotaro Kujo de Jojo’s Bizzare Adventure.
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