Lo que a
continuación vais a leer es una opinión personal, ello quiere decir que no soy
ningún analista de videojuegos, ni de música, ni soy crítico de arte. Sin
embargo sí que dedico mucho tiempo a los videojuegos como hobby y me considero
un melómano, aunque como he dicho desconozco académicamente incluso lo más
básico de la música.
Como veis por el título no me voy
a andar con rodeos, el tiempo que dediquéis leyendo esta reseña es tiempo que
no estáis disfrutando de la nueva propuesta de Yoko Taro.
Lo primero que os
puede interesar es que SÍ: NieR Autómata ocurre en el mismo universo que NieR y
que Drakengard y tiene referencias a dichos títulos, sin embargo NO es
necesario haberlos jugado para disfrutar al 100% de lo que ofrece Autómata. Lo
puedo afirmar porque yo tampoco formo parte de las 19 personas que jugaron los
anteriores títulos de Tarosensei. Tras jugar a Autómata quedé tan fascinado por
la obra de Yoko que quise conocer las anteriores y os puedo comunicar que
ningún conocimiento previo hubiera mejorado significativamente la experiencia:
los personajes heredados cobran en Autómata toda su personalidad incluso con
menos metraje.
Autómata al igual
que sus predecesores hace gala de una mezcla de géneros ARPG, hack and slash,
Bullet Hell, plataformas con scroll lateral 2D con una jugabilidad extremadamente
satisfactoria gracias a la mano en esta última entrega de Platinum Games.
Además cuenta con un estilo artístico y una banda sonora que me cautivaba:
quería quedarme simplemente admirando lo que me ofrecían sin emprender acción
ninguna. Mención de honor a la banda sonora que se versionaban los propios
temas según la situación cambiando totalmente los mismos al igual que cambiaba
tu idea sobre lo que tenías entre manos (un acompañamiento acorde a tus propias
emociones).
Sin embargo no es
nada de lo anterior lo que destacaría del juego, sino su historia. Siento no
poder hablar todo lo que me gustaría de ella, pues no quiero y no debo
estropearos nada, solo mencionare que la gran carga narrativa esta presentada
con mano maestra: Yoko jugara con nuestros sentimientos cual titiritero e
intentará transmitirnos gran cantidad de mensajes, si bien es verdad que muchos
no llegaran al receptor (mea culpa tal vez). Se nota la pasión de Yoko tras
esta obra y el trabajo de Platinum por volver a tener un juego que brille por
luz propia.
Un juego hecho con
el corazón para entablar conversación con otros corazones.
Valoración por
Sergmaster: 00110001 00110000/10
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